Este fin de semana el GEXXI a planteado la posibilidad de hacer diversas actividades en el mismo entorno geográfico. Por una parte, el sábado teníamos la opción de hacer una vía ferrata en Andorra, Roc d'Esquers, o bien el descenso de un barranco, les Gorgues de Nuria. El domingo, la actividad era una nueva visita a la siempre divertida Fou de Bor. En total hemos participado 5 miembros del GEXXI y 3 ajenos al grupo, entre estos últimos dos polacos.
Los que optamos por la vía ferrata la hicimos en casi la mitad de tiempo que el indicado en la placa que hay al inicio de la vía, esto nos permitió disponer de gran parte de la tarde para hacer diversas compras en Andorra, alguna de ellas relacionadas directamente con nuestra actividad espeleólogica. Andorra está llena de esculturas de cerdos...
Los que optaron por el descenso de barrancos acabaron bastante más tarde y se encontraron con un par de incidencias en forma de lesiones molestas pero de poca transcendencia, una compañera lesionada en un dedo y otro compañero en el tobillo... esta juventud que no aguanta nada!!!.
Acabadas las actividades, los que el viernes ya habíamos dormido en La Molina volvimos a pernoctar en el mismo refugio, el resto de compañeros se dirigieron a acampar en Bor.
El domingo nos encontramos los ocho compañeros junto al cementerio de Bor, que fue el lugar que una parte del grupo había eligido para dormir, acompañados cada quince minutos por el repique de las campanas.
Los dos lesionados decidieron no entrar en la Fou de Bor ya que no estaban en condiciones de hacerlo, los dos polacos optaron por ir a misa. Esta decisión nos sorprendió bastante, más aún teniendo en cuenta que tienen 18 y 24 años, respectivamente, pero cada cual es libre de actuar según sus ideas o sentimientos.
Los 4 restantes nos dirigimos hacia la Fou con ganas de embarrarnos y a ser posible pasar el sifón y ver los siguientes tramos de la cavidad.
Llegados al sifón pudimos comprobar que se encontraba completamente lleno, así que nos pusimos manos a la obra para vaciarlo. Nuestra experiencia de hace un par de meses, en nuestra anterior visita a la Fou de Bor, nos ha permitido agilizar mucho el proceso de vaciado.
La idea es la de los vasos comunicantes. Se trata de cerrar los dos extremos de una manguera y por un agujero en medio de la misma llenar toda la manguera de agua sin que quede aire en el interior, una vez completado este proceso, se va llenando un extremo de agua y ésta, por diferencia de desnivel, circula hacia el otro extremo.
En esta ocasión, al primer intento conseguimos que el agua circulase como debía y avanzamos rápidamente en el vaciado del sifón pero, en un momento determinado, un trozo de plástico roto nos impidió cerrar el grifo entre llenado y llenado de la manguera y esto hizo que se vaciase completamente la manguera, entrase aire y tuviésemos que empezar de nuevo el proceso de cebado del sistema. Los nuevos intentos fueron infructuosos, así que al final, cansados pero muy entretenidos, decidimos abandonar de nuevo el intento de sobrepasar el sifón. La naturaleza manda y si se ha empeñado en que no pasemos de allí, pues no pasamos.
Nos reunimos con el resto de los compañeros, una buena comida y de vuelta para casa, que el fin de semana ha sido tan interesante como los últimos y algo más tranquilo que las machacadas recientes de la Bargadera y la travesía del Sistema de Alba.
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